No escribirás rock and roll: ecos de la historia argentina
Por Florencia Montouto
A comienzos de la década del sesenta surge este fenómeno llamado “Rock” que invadió por completo a los argentinos. Teniendo como principales precursores a bandas como Los Beatles, muchos grupos locales comenzaron a imitar su música. Sin embargo, luego de un tiempo hubo talentos que encontraron su propia expresión.
El primer éxito nacional en ventas fue el disco grabado por Los Gatos (La Balsa). Con 200 mil placas vendidas este suceso dio cuenta de que ya había en el país un público interesado en este género, un público bien roquero. Mas adelante, a comienzos de la década del setenta, bandas como Almendra y Sui generis, demostraron aún más que ya no había vuelta atrás: el rock and roll era un éxito en nuestro país.
De todos modos, no sólo una nueva manera de hacer música estaba surgiendo sino que también se fue convirtiendo en un espacio urbano de resistencia al autoritarismo dictatorial de la época. La máquina de hacer pájaros seguida por Serú Girán, León Gieco y el retorno de grupos fundacionales del rock local son hitos de esta etapa que culminó en un fortalecimiento del género a partir de la Guerra de Malvinas (1982), cuando la dictadura militar prohibió la difusión de música en inglés. Al mismo tiempo, aparecieron nuevas figuras que consiguieron gran aceptación.
Aquellos que “tontamente” buscaron terminar con cualquier forma de subversión, no notaron que al mismo tiempo ayudaban de alguna manera a la aparición de nuevas letras (en español) que arremetían contra ellos y sus ideas. Algunos de ellos pudieron hacerlo desde aquí, otros creaban desde el exilio. Con el retorno a la democracia, volvieron a nuestro país varios músicos que estaban exiliados. Ya en la década del noventa, el género abarcó propuestas variadas: el rock puro, el pop, el punk, el metal, el rap. Actualmente ya ha incorporado el ska, el reggae y otras especies, con las connotaciones temáticas que diferencian tales vertientes entre sí.
El primer éxito nacional en ventas fue el disco grabado por Los Gatos (La Balsa). Con 200 mil placas vendidas este suceso dio cuenta de que ya había en el país un público interesado en este género, un público bien roquero. Mas adelante, a comienzos de la década del setenta, bandas como Almendra y Sui generis, demostraron aún más que ya no había vuelta atrás: el rock and roll era un éxito en nuestro país.
De todos modos, no sólo una nueva manera de hacer música estaba surgiendo sino que también se fue convirtiendo en un espacio urbano de resistencia al autoritarismo dictatorial de la época. La máquina de hacer pájaros seguida por Serú Girán, León Gieco y el retorno de grupos fundacionales del rock local son hitos de esta etapa que culminó en un fortalecimiento del género a partir de la Guerra de Malvinas (1982), cuando la dictadura militar prohibió la difusión de música en inglés. Al mismo tiempo, aparecieron nuevas figuras que consiguieron gran aceptación.
Aquellos que “tontamente” buscaron terminar con cualquier forma de subversión, no notaron que al mismo tiempo ayudaban de alguna manera a la aparición de nuevas letras (en español) que arremetían contra ellos y sus ideas. Algunos de ellos pudieron hacerlo desde aquí, otros creaban desde el exilio. Con el retorno a la democracia, volvieron a nuestro país varios músicos que estaban exiliados. Ya en la década del noventa, el género abarcó propuestas variadas: el rock puro, el pop, el punk, el metal, el rap. Actualmente ya ha incorporado el ska, el reggae y otras especies, con las connotaciones temáticas que diferencian tales vertientes entre sí.
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